Este hermoso palacio del siglo XIV, con vistas increíbles, ahora es un hotel.
Es el palacio del Rey Don Pedro I, en Carmona.
El palacio del rey don Pedro en Carmona se alza sobre los restos de una antigua fortaleza islámica, ofreciendo un testimonio vivo de la transición del poder mudéjar al cristiano en el siglo XIV.
Levantado por orden de Pedro I de Castilla tras su conquista de la ciudad, el edificio combina elementos defensivos con espacios señoriales destinados a la residencia real. Sus muros de tapial y ladrillo encierran patios porticados y salones donde antiguas yeserías y tracerías evocan tanto la habilidad de los artesanos andalusíes como el deseo del monarca por mostrar su autoridad y refinamiento.
La entrada principal, conocida como Puerta de Sevilla, se abre mediante un arco apuntado flanqueado por torres cuadrangulares, desde donde se domina el valle del Corbones. En el interior, el patio de los Bonetillos conserva una fuente central que servía de punto de encuentro y refresco, mientras que la sala de recepciones sobresale por su bóveda de crucería estrellada, testimonio del gótico tardío que floreció en tiempos de don Pedro.
A lo largo de los siglos, el palacio sufrió transformaciones y rehabilitaciones, pasando por manos nobles y adaptándose a funciones militares, hasta convertirse hoy en un espacio cultural y hotelero que mantiene viva la memoria de aquel rey que quiso fundar en Carmona un reflejo de la corte de Sevilla.